Empezamos esta sección con algunos de mis trabajos para la carrera, éste en concreto fue para la asignatura de Fuentes de la Historia del Arte III y trata sobre una serie de obras del gran Eduardo Arroyo. Mas información en la Wikipedia.
Son bastante extensos y los iré publicando por partes.
Comencemos con el Índice y el prólogo.
Índice
1- PRÓLOGO.
2- MILÁN, 1973. SU SERIE DE BOXEADORES PARA OPERE E OPERETTE.
3- BOXEO, ALGO MÁS QUE UNA AFICIÓN PARA ARROYO.
4- EL EXILIO. PRÁCTICA HABITUAL DEL BOXEO.
5- BANTAM O LA ELEVACIÓN DEL BOXEO A LA CATEGORÍA DE ARTE.
6- CONCLUSIONES.
7- BIBLIOGRAFÍA COMENTADA.
8- APÉNDICE.
Prólogo
Al observar por vez primera la serie de boxeadores que Eduardo Arroyo expuso en Milán, en 1973, me asaltaron ciertas preguntas, ¿Por qué el artista utiliza boxeadores cuando da su visión pictórica de “La forza del destino” de Verdi?, ¿Por qué ese interés de Arroyo por el boxeo?.
Comenzaré diciendo que nunca antes había estudiado al pintor, así que en este trabajo se me presenta esa ocasión inicial de introducirme en el “mundo de Arroyo”.
El motivo de tratar este tema del boxeo y la pintura se debe a mi interés por el pugilismo y a que es un asunto poco habitual el tratar este deporte (generalmente muy mal visto por la sociedad) dentro del arte.
Dicho esto (y planteadas esas dudas) llegué a la conclusión más fácil (sin haber empezado aún a investigar en el tema), que Arroyo pintaba boxeadores porque sentía admiración por “el noble arte” y ejercía en él una gran fascinación. Si bien esto es cierto, la cosa no es tan simple. En las páginas que siguen intentaré aportar algo de luz sobre las razones del artista.
Mi primera dedicación fue a la obra en sí misma, a “La forza del destino” (1973). Y en dicha mirada, creo haber encontrado las posibles fuentes que el madrileño usa para realizar a los boxeadores. A partir de ese punto fui ampliando el campo de acción hasta llegar al significado del boxeo para Arroyo y la relación que ve entre éste y la pintura. Para ello sus propios testimonios (en textos suyos, charlas-entrevistas y obras literarias) son claves.
El principal problema que he encontrado es el del poco tratamiento que recibe el boxeo en España, hasta el punto que, como dice Juan Bonilla 1, está relegado a la marginalidad, ya que hasta el libro de estilo de El País sólo acepta noticias referentes a este deporte si ayudan a “desterrarlo de la actualidad y cargarlo de tragedia”.
1. BONILLA, J. “Apología del boxeo”, en El Mundo (sección cultura), 30-10-2001.
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